domingo, 25 de septiembre de 2011

Famosos.

Estaba confundido, pero a la vez furioso. No comprendía por qué coño estaba ella hablando con él y eso me molestaba la verdad, y más después de lo que ella me había contado sobre ese Edu, no lograba entenderlo, pero esperaba que ella me diera una explicación, o al menos que me lo contara. Pero por otra parte, sus mismas palabras me tranquilizaban, “Edu, no. Lo siento”. Tenía suficientemente claro lo que eso significaba, por lo que, bueno... Tampoco es que estuviera celoso. No es tenía  motivos. Me separé de su puerta lentamente, la miré, y llamé. Ella me abrió. Estaba plantada de pie en frente de mí, con una sonrisa precisa iluminando su cara, una sombra negra en sus párpados resaltaban sus brillantes ojos, a la vez que una delgada línea por debajo de estos. Sus pestañas eran inmensas, en sus pómulos podía distinguir algo de colorete, y su pelo recogido en un perfecto moño dejaba ver unos corazones brillantes colgando de sus orejas. Después de examinar cada milímetro de su rostro, fui bajando poco a poco. Un colgante con forma de corazón, a juego con sus pendientes, brillaba en su regazo desnudo; vestía un corto vestido rosa chillón, quizás exagerado para otras pero perfecto para ella, de palabra de honor que dejaba ver sus hermosas piernas, un cinturón negro con una gran flor en un costado marcaba su cintura, y unos tacones del mismo rosa, estilizaban aún más su figura.
-Bueno, di algo. –la miré, la expresión de su rostro ya no era la de antes.
-¿Qué quieres que diga? –me acerqué a ella. -¡Qué estás estupenda! –la cogí de una mano y le di una vuelta.
Cuando vi de nuevo su cara volvía a sonreír. Yo hice lo mismo.
-Tú tampoco vas nada mal. –rió.
La miré mal. Rió.
-Es broma bobo. ¡Estás para comerte! –ambos reímos.
Entonces vibro mi móvil.
-Kenny está aquí. –le dije.
-Pues vamos. –se adelantó a mí.
Yo me quede un segundo mirándola, embobado. Era perfecta. Se giró.
-¿No vienes? –sonrió picara.
-¿Eh? –salí de mi embobamiento. –Sí. –empecé andar.
Bajamos las escaleras uno detrás del otro. Salimos de casa, hacía frío. Listos los dos, no nos cogimos chaqueta por que la fiesta era en un lugar cerrado, así que nos apresuramos a entrar en el coche. No tardamos en llegar a la fiesta, el lugar donde se celebraba no estaba lejos. Yo ya no pensaba en aquello, en la llamada; su sonrisa, sus ojos, me habían hecho olvidarlo. Además, si tampoco me había contado nada, era porque no le parecía importante, y si a ella no le parecía importante, por qué iba a tener que parecérmelo a mí.

[Narra Ale]
Bajamos del coche, miré a mí alrededor. Había algunos otros coches aparcando enfrente. Justin y yo entramos rápidamente al lugar.
Dentro, unas grandes luces blancas iluminaban la estancia, y la música sonaba alta; estaba lleno de gente, realmente lleno, juraría que la mayoría eran famosos. Justin buscaba alguien entre le gente. Cuando por fin lo encontró, me cogió de la mano.
-Ven, voy a presentarte a alguien. –tiró de mi, conduciéndome hasta al otro extremos de la sala.
Mientras andábamos yo miré hacia atrás, Kenny no nos seguía, me pareció raro, entonces le divisé junto a unos cuantos sofás hablando con un hombre.
-¡Qué pasa Bieber! –le chilló un hombre.
Él sonrió, se saludaron de una forma extraña. Uno de esos típicos saludos raros que tienes con tus amigos cuando eres pequeño. No dije nada, ambos me miraron y rieron.
-Supongo que tú eres la famosa Ale. –dijo aquel hombre dirigiéndose a mí.
Le miré, me sonrojé. ¿Yo famosa?
-Sí, soy Alejandra. –sonreí tímidamente. –Ale.
El hombre sonrió.
-Este es... –Justin empezó a hablar.
-Puedo presentarme yo solito Justin. –le interrumpió el hombre, yo reí. –Me llamo Scooter Braun, y soy su representante. –me ofreció la mano.
-Encantada Scooter. –dije un poco tímida aún, pero correspondí a su saludo.
Scooter sonrió, después miró a Justin.
-Bueno Justin, he de admitir que tenías razón. –yo mire a Justin, después volví la mirada a Scooter, él me miró también. –Es realmente preciosa.
Me sonrojé, iba cayendo en la cuenta de que con “famosa” se refería a que le había hablado de mí, aquello me gustó.
-Así es tío, pero es solo mía. –se puso a mí lado, me besó en la mejilla. Volví a sonrojarme.
Scooter, Justin y yo comenzamos a hablar. Realmente era un tío muy majo, muy galante. Era genial. Recordé que Justin me había hablado alguna vez de él, y sinceramente me había alegrado el conocerle. Tras un rato, la conversación se desvió.
-Eh tío, ¿y Usher aun no ha llegado? –preguntó Justin a Scooter.
-Pues no le he visto tío. He visto a Drake, a Chris, a Kisean, a Asher, a Jasmine, a Rebecka, incluso a... –Justin le miró rápidamente, Scooter se calló. –No tío, no lo he visto.
Aquellos nombres entraron en mi cabeza como flechas, ¡¿Drake, Kisean, Chris, Asher¡? Scooter se refería al mismísimo Drake, Sean Kingston, Asher Roth y Chris Brown. Ah, y sin olvidar a Usher. Yo los amaba. Y para ellos era tan normal, yo no dije nada, permanecí en silenció y guarde mi asombro para mí misma. Justin ya me había avisado que estaría lleno de famosos, pero joder, no pensé que me sorprendería tanto.
-Bueno, pues voy a llamarle. –dijo Justin. -¿Te quedas con Scooter Ale?
-Eh, sí claro. –sonreí.
Justin se alejó de nosotros entre la gente. En cuanto se fue, Scooter y yo entablamos de nuevo una conversación cualquiera, como si nada, como si nos conociéramos de toda la vida y no desde hacia tan solo unos minutos. Aquel tío era genial.
-Mira Ale, ¿Qué te parece si te presento a unos amigos de Justin y míos?
-Eh... –dudé. –Sí, por qué no. –sonreímos.
-Genial, ven conmigo. –me cogió de la mano como si tal cosa, yo le seguí con gusto.
Mientras andábamos entre toda la gente, reconocí a unos cuantos famosos, juraría incluso que había visto a Zac Efron rondando por ahí, pero alguien entre toda esa gente llamó mi atención en especial. Ella, morena, delgada, bastante guapa, parecida a mí en cierto modo, pero más alta. Selena, Selena Gómez. Sabía perfectamente lo que tuvo con Justin, él me había contado algo, no mucho, lo justo y necesario, aunque yo la verdad tampoco quería saber más de lo que él me había contado. Pero aunque fuera así, algo más sí sabía. Sammy y Serena en su día se cansaron de contarnos a Emma y a mí lo monos que eran, y todas esas mierdas que no nos importaban. Por eso, aunque Justin no me la hubiera ni tan si quiera nombrado, yo sabía ya lo que todos sabían, y eso implicaba lo mal que habían terminado. Scooter y yo llegamos hasta dos personas, los reconocí de inmediato. Chris Brown y Asher Roth saludaron  a Scooter, era obvio que eran “de toda la vida”. Yo estaba en silencio, tan solo les miraba discreta, pero muy asombrada, para mí no era cosa de todos los días.
-Bueno Scoot, veo que estás en buena compañía. –dijo Asher Roth.
Los tres me miraron. Yo volví a sonrojarme, después sonreí.
-Ya lo creo Asher. –sonrió. –Mira, ella es Ale. –me miraron. –Ale, ellos son...
 -Asher Roth y Chris Brown. –le interrumpí, los tres rieron.
-Veo que nos conoces, eh –dijo Chris Brown sonriendo.
-Eh, sí. La verdad es que me parecéis geniales los dos.
-Bueno, gracias. –Contestó Asher Roth.
-Ambos son buenos amigos de Justin. –me dijo Scooter mirándome.
Reí.
-Bueno, y dónde está ese pequeño máquina. –dijo Chris Brown.
-Ah, ha ido a llamar a Usher. –contestó Scooter.
Justo después apareció Justin, se colocó a mi lado.
-¡Qué pasa máquina! –le saludó Aher.
-¡Hey tíos! –miró a ambos, después me miró a mí. –Conoces ya a...
-Sí, Scooter nos la ha presentado. –le interrumpió Chris Brown.
-Bueno, ¿has hablado con Usher? –preguntó Scooter.
-Eh, sí. –le miró. –Me ha dicho que al final no va a poder venir, bueno historias suyas, ya le conoces tío.
Me lamenté, hubiera sido interesante conocerle también a él. Después, empezaron a hablar entre ellos, yo no decía nada, me limitaba a escuchar, la verdad es que no me importaba no introducirme en la conversación. Me divertía escuchándolos. Pero de pronto, algo me hizo desviar mi atención de su conversación. Ella pasó justo en frente de mí, acompañada de otra chica, no la reconocí, pero tampoco me fijé lo suficiente como para identificarla, no me interesaba hacerlo. Justin también se percató de su presencia. Selena miró a Justin, Justin miró a Selena, intercambiaron una pequeña, pero cómplice mirada. Yo los miraba desde el rabillo del ojo, después Justin giró la cara para mirarme, me sonrió, yo le sonreí también. Pero aquella había sido una sonrisa falsa, una mentira. No me había hecho ni puta gracia, ¿estaba celosa? Sí, puede que sí. Y es que no entendía esa mirada, no había sido una mirada cualquiera, lo sabía y me había molestado. Y no sé muy bien por qué, pero aquello me recordó la llamada de Edu que había recibido. Edu... uf Edu. En un principió, me sorprendí por su llamada, qué cojones quería, no tenía sentido que me hubiera llamado. Le habría costado un pastón además y solo para decirme qué, para preguntarme por qué me había ido, incluso el flipado preguntó si había sido por él, claro que no había sido por él, que absurdez; era tener poca vergüenza pedirme explicaciones, oh, y decirme que si podía llamarme más... Eso fue el colmo, es que yo no quería saber nada más de él nunca, no después de lo que pasó. “Edu, no. Lo siento”. Aquellas habían sido mis palabras a su estúpida pregunta, cuáles iban a ser si no. Después había colgado. Es que nada tenía sentido en mi vida la verdad. No es que no me gustara estar donde estaba y con quién estaba, pero bueno, era muy irreal. Miré a Justin, busqué su mano, la cogí y la apreté fuerte, en un intentó de comprobar que todo era real. Él se giró rápido. Me sacó de mis pensamientos.
-¿Qué ocurre? –dijo en un hilo de voz.
-Eh, no nada. –menee un poco la cabeza, intentando sacudir todos aquellos pensamientos.
-¿Te aburres?
-No, nada de eso. –era verdad, no me aburría.
Sonrió, yo hice lo mismo, esta vez sincera. Pero justo en ese momento, Selena apareció de nuevo justo detrás de Scooter, la miré seria, Justin hizo lo mismo. Pero ella no le miró a él. Toco el hombro de Scooter, este se giró.
-¡Selena! –dijo Scooter feliz.
-¡Scoot! –se abrazaron.
En ese momento, Chris y Asher la miraron, después miraron a Justin. Era todo tan obvio. Yo me sentía incomoda la verdad.
Selena saludo a Chris, después a Asher, al llegar a Justin se detuvo un momento, ambos se miraron, dudaron, los demás les mirábamos atentos, finalmente se dieron un beso en la mejilla como el resto. Llegó a mí. Sonrió, y entonces Scooter intervino.
-Selena, ella es Ale eh... una amiga.
Miré a Scooter, volví mi mirada a Selena, me sonreía.
-Hola. Encantada. –le dije con una sonrisa.
-Lo mismo te digo. –contestó, parecía sincera, me dio un beso.
Selena se colocó entre Scooter y Chris, frente a Justin y se introdujo en la conversación como si tal cosa, era normal al fin y al cabo, pero a mí no me hacía ni puta gracia, además me pareció que no tenía intención de marcharse. Durante la conversación yo les miraba a ambos continuamente por el rabillo del ojo. Justin no la miraba, miraba a cualquier sitio menos a ella, pero en cambio ella, ella no paraba de mirarle a él. Me molestaba en serio. De vez en cuando también me miraba a mí, como si me examinara, me estaba poniendo además muy nerviosa. Finalmente sacó un tema que seguramente llevaba tiempo deseando sacarlo.
-Bueno, pero... –interrumpió a Scooter que nos contaba su último viaje a Chicago, todos la miramos. –Tú, –me señaló. –O sea, vosotros... eh. –nos miró a Scooter y a mí.
Scooter estalló en una carcajada, yo hice lo mismo, no pude evitarlo.
-No Selena. –intervino Justin.
Yo dejé de reírme en seco, Scooter lo hizo a pausas, pero finalmente paró.
-Oh, ya lo entiendo. Entonces tú y ella... –dijo Selena dirigiéndose a él.
-Bueno, sí. Algo así. –yo intervine, sí era lo que quería saber, ya lo sabía.
-Sí, lo estamos. –me cogió de la cintura.
Yo sonreí triunfante, la verdad es que me alegraba de que lo supiera. No tenía muy claro lo que había venido a buscar, pero si era comprobar algo, ya lo había hecho, y por mí, podía marcharse, pero no lo hizo.
-¡Oh, Justin! –se tiró a abrazarle apartándome así de él.
Los miré atónita, Asher, Chris y Scooter estaban igual que yo. Finalmente se separó de él, volvió a su sitió de antes, y me miró.
-Tranquila, no me mal interpretes. –me dijo riendo, no dije nada, ella miró a Justin de nuevo y volvió a hablar. –Justin, de verdad, no tienes ni idea de cómo me alegro, bueno por ambos, además hacéis una pareja estupenda, lo noté, ¿sabes? Y yo es que pensé que no podrías superar lo nuestro...
Desconecté, no me apetecía escucharla, y es que no se callaba, decidí ir a por algo de beber. Me dispuse a irme, pero Scooter me detuvo.
-¿Dónde vas? –dijo por debajo de la voz de Selena, tan solo yo pude escucharle.
-A por algo de beber.
-Te acompaño. –sonrió.
Yo acepté, me había caído bien. Y tampoco es que me apeteciera estar sola entre tantos famosos “desconocidos”. Scooter y yo nos dirigimos hacia la barra, donde un camarero servía cócteles de todo tipo.
-¡Eh chico! –le llamó Scooter, el chaval vino de inmediato. –Ponme un mojito y un... –me miró.
-Eh, un Bloody-Mary.
-Date prisa chico.
Él chico se giró y empezó a preparar lo que habíamos pedido.
-Un Bloody Mary, eh.
-Sí, jeje.
-Tranquila, no se lo contaré a tu mami. –dijo burlón.
Ambos reímos, el chico nos trajo lo que habíamos pedido. Sí que se había dado prisa sí.
Yo dí un sorbo al mío, y Scooter vació medio vaso.
-Bueno, cuéntame, ¿qué te pasa? –le miré.
-Nada –mentí.
-Ya, claro. Bueno, entiendo que no quieras contármelo, nos conocemos de hace tan solo un rato. Tranquila. –sonrió.
-Es ella. –dije rápidamente, después vacié mi copa.
Miró mi copa, después me miró a mí. Terminó su mojito.
-¡Chaval! –el chico nos miró. –Más de lo mismo.
Reí.
-Mira, te entiendo. Es normal que, bueno...
-No, sí... –intenté interrumpirle.
-Escúchame. –asentí. –Selena es así. Todo eso de que se alegra es verdad, y también lo de que pensaba que no lo superaría. Se cree el centro del mundo, pero en el fondo en buena chica, y lo decía de corazón.
El chico trajo las copas, bebí. Scooter siguió hablando durante un rato más, yo le escuchaba, me hizo prometer que no se lo contaría a Justin, y así hice. Me contó todo sobre él y Selena, realmente estaba aluciando, la mayor parte las cosas las sabía por Sammy y Serena, pero contadas por una persona más cercana eran bastante diferentes.

Después de una hora y 7 Bloody Mary, había empezado a ver las cosas distintas. No sabía si era por que de verdad creía a Scooter, o porque estaba borracha. Mi limite solían ser 5 cócteles, porque ya ahí me había cogido el puntillo, pero cuando llegué al 5º no paré, la verdad es que siempre te dicen que beber es una buena forma de olvidar la penas, y aunque Selena ya no me preocupaba la verdad, y yo estaba con Justin, echaba de menos mi casa, mis amigas, y tan solo había pasado un día. Y sinceramente la llamada de Edu me había recordado muchas cosas, así que utilicé aquello como “excusa” para no tener remordimientos al estar bebiendo. Pero cuando iba pedirme el 8º, Scooter me paró.
-Ale, no crees que ya has bebido suficiente. –dijo serio.
-Eh... puede ser. –mentí, no lo creía.
-Pues ya está, anda, volvamos con el resto.
Intenté andar, pero casi me encuentro con el suelo si no es por Scooter que me cogió de la cintura.
-Anda, ven. Vamos a sentarnos.
Cogida de la cintura me llevó hasta unos cuantos sofás, no había mucha gente.
-Voy a avisar a Justin. Creo que es mejor que os vayáis.
Cogí la mano de Scooter.
-¡No! –me miró. –Tengo... tengo hambre. Sí como algo, me encontraré mejor. –sonreí.
-Está bien. Voy a buscarte algo, no te muevas. –sonrió, después se alejo.
Yo, que aún tenía un poco de “conciencia” aproveché la ausencia de Scooter para pedirme una copa, no sabía lo que estaba haciendo. El camarero no tardó en volver con un Margarita esta vez. Me lo bebí de un trago. La cabeza me dio un vuelco. Entonces empecé a oír música. No lo dudé, me levanté y fui en busca de la música. Llegué con pasos tontos a una sala, lo que parecía una discoteca, la música era estruendosa y luces de colores parpadeaban continuamente. No me quedé, aquello martilleaba mi cabeza. Salí de la sala y me volví a la estancia anterior, dónde me mezclé entre la gente, vi a un camarero con una bandeja con unas cuantas copas de lo que me parecían Alexander, no dude. Cogí uno, sí era un Alexander. Seguí andando con pasos inseguros entre la gente, ya no sabía ni donde estaba. Mi cabeza dio otro vuelco... 

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