domingo, 18 de diciembre de 2011

Habrá que hacerlo.

[Narra Ale]
Me separé de su cuerpo al instante, me estaba cansando de su juego, pero... ¡Joder! Esto no es un juego, él está mal, pero tampoco me deja ayudarle, es como si se negará a recibir mi ayuda, pero... ¿por qué?
-¿Aún no has entendido que no vas a perderme Bieber? –pregunté sincera.
-¿De verdad? –preguntó en un sollozo.
-Justin... –cogí su cara con las manos. –Jamás te dejaré ni me alejaré lo más mínimo de ti. –sonrió. –Excepto...
-¿¡Qué?! –me interrumpió.
Reí.
-Excepto que tú me lo pidas.
-No te pediré eso jamás Ale.
-En ese caso, siempre estaré a tu lado Justin.
-¿Lo promet...
-Cállate, y bésame imbécil.
Rió a la vez que se acercaba a mis labios, para finalmente juntarlos con los suyos en un apasionado beso.

··· Me siento en la cama, y Justin me mira atento.
-¿Estás segura de qué quieres hacerlo Ale? Puedo hacerlo yo si quieres.
-No, estoy totalmente segura.
-Está bien.
Sin más dilación vuelvo a mirar la pantalla de mi I-phone 4 que aún conservo, paso de mirar llamadas y mensajes. Sé lo que voy a hacer. Pulso la tecla verde de llamar y lo acercó a mi oído. En seguida ese característico “pii” comienza a sonar tras el auricular, y Justin comienza a dar vueltas por la habitación.
Otro “pii” más.
-Tal vez sea tarde...
-Calla...
“Pii”
-Inténtalo más tarde. –insiste.
-¡Ale! ¿Ale? –suena la dulce voz de mi madre.
-¿Te lo ha cogido? –pregunta Justin.
-¡Calla Just! –él me obedece en seguida. -¿Mamá?
-¡Ale cielo! Por fin, gracias Dios mío. –dice en un sollozo.
-Mamá, yo... Uf, no sé que decir.
-¿Dónde estás mi amor? ¡¿Por qué no cogías el teléfono!?
-Mamá... ¿Cómo estás?
-Yo estoy bien hija, pero... ¿cómo estás tú?
-Estoy bien... ¿Y papá?
-Bueno, papá... Digamos que también está bien.
-¿Digamos? ¿Le ocurre algo?
-Está muy preocupado... Dime cielo, ¿Justin está contigo?
-Sí mamá, claro que está conmigo. ¿No habéis hablado con...
-¿Con quién cielo?  -me interrumpe. Creí que había podido hablar con Ryan...
-No, nada... ¿Y Pattie?
-Pattie está bien también, aunque muy preocupada.
Escuchaba sus palabras atenta. ¿Por qué me miente? ¿Y por qué Ryan no le ha dicho que ha hablado con Just? Tal vez ni si quiera le ha dado tiempo. Pero hay algo obvio, no están bien.
-¿Dónde estáis Ale? –pregunta.
-Primero, antes de que te digas nada, tienes que prometerme que no harás nada pero intentar venir hasta aquí...
Justo en ese momento un chillido cubre la voz de mi madre impidiéndome oírla... “¡¿Es la niña?! ¿O ese cabrón de Justin? ¡Trae el móvil!” distinguí la voz de mi padre al otro lado del teléfono.
-¡Ale! ¡¿Ale, dónde coño estás!? Bueno eso me es igual, te quiero ya mismo de vuelta, ¿me entiendes?
-Papá, tranquilízate...
-¡¿Qué me tranquilice?! ¿Pero como te atreves a pedirme que me tranquilice... cómo te atreves simplemente a irte sin mi permiso?
-¡¡Papá!! –Justin se gira y me mira. –Como vuelvas a chillarme te cuelgo.
-¿¡Qué me cuelgas!? Alejandra Martínez, dime ahora mismo donde estás.
-¡Trae Ale, trae! –chilla Justin, entonces me arrebata el móvil de las manos.
-¡Quieres escucharla o qué pasa contigo! –chilla contra el altavoz.
...
-¡No me juzgues, tu no me conoces y yo la amo!
...
Justin le proporciona un puñetazo a la pared y seguido de este una patada recae sobre el mueble blanco que sostiene la tele. Le miro asombrada. “Qué ocurre” –gesticulo de forma que pueda leerme los labios. Pero pasa de mí, se gira y retoma la conversación.
-¿Mamá?
...
-Lo siento, pero tienes que entenderme.
...
-No, no vamos a hacerlo.
...
-Mamá, mamá... ¡Mamá que te tranquilices!
...
-¡Qué no Joder!
...
-¡Escúchame!
...
-No pienso volver, a menos que me asegures que Federico no se la llevará.
...
-Pues en ese caso...
...
-No me escuchará, sería mejor que hablarais vosotras con él.
...
-Pues cuanto antes.
...
Justin me mira mientras escucha a su madre, su expresión va cambiando segundo a segundo, no sé cómo tomármelo. Si para bien o para mal. Lo único que quiero es que cuelgue ya y me lo cuente.
-Y si no lo conseguís...
...
-Pero...
...
-Lo pensaré...
...
-¡Solo digo que lo pensaré!
...
-Te quiero mamá, y lo siento.
Al terminar esta última frese cuelga y me tiende móvil. Lo cojo de inmediato y lo dejo junto a mí en la cama, sin prestarle la más mínima atención.
-Bueno, ¿qué? Vamos, cuenta.
Se acerca a mí y se sienta a mi lado en la cama, me coge de la mano, me mira a los ojos y entonces empieza a hablar. ···

[Narra Justin]
-Entonces... –hizo una pausa. -¿Entonces qué va a pasar?
-Pues supongo que habrá que esperar, ¿no crees?
-Sí, supongo... –sonreí. –Pero y si...
-¿Y si qué? –la interrumpí.
-Pues que si mi padre no cede, ¿qué?
-Pues, la verdad es que no lo sé...
-Justin no quiero que...
-Yo tampoco lo quiero, pero, mi madre me ha hecho darme cuenta, supongo que en parte Ryan también y bueno, obviamente tú...
-¿Sí? –preguntó animándome a continuar.
-Pues que lo mejor sería volver cielo.
-A pesar de que mi padre no cediera...
-Encontraría la forma de no alejarme de ti.
-¿Cómo?
-Eso es algo que aún no tengo muy claro, pero... –dudé. –nadie lo hará. Te aseguro que nadie me separará de ti.
Me acerqué a ella y besé sus labios dulcemente.
-¿Me lo prometes?
-Lo juro.
Esta vez fue ella quien selló mis palabras con un beso.

··· De pronto su bolsillo comienza a vibrar contra mi pierna, alzo mi cuerpo y la miro.
-¿Ale?
Me mira.
-¿Qué ocurre?
-Algo vibra en tus pantalones...
-¡Jajajajaja!
-¿No será tu móvil?
-¿Qué?
-Ale cógelo.
Deja de reírse entonces suelta mi cuerpo y saca su móvil del bolsillo. Mira la pantalla y sin dudar descuelga el teléfono y se lo lleva al oído...
-¿Qué pasa?
...
-Sí, ¿y qué?
...
-Ajá.. .
...
-Vale...
...
-¡Claro!
No entiendo absolutamente nada, sus respuestas son tan cortas e inexpresivas que no logro sacar una conclusión y su mirada perdida ayuda muy poco.
-Está bien, sí...
...
Yo te llamo.
...
-Sí, se lo diré.
...
Y yo, adiós.
Por fin cuelga y yo me incorporo del todo esperando que comience a contarme lo que su madre le ha dicho.
-¡Bueno vamos, ahora tienes que contar tú! ¿Qué te ha dicho, era tu madre?
-Justin... –dice con angustia.
-Sí, vamos...
-Que, a ver... Tenemos que volver.
-Pero... ¿Qué? Joder tío... -me giro.
-Mi padre quiere vernos. –sonríe ampliamente.
-¿De verdad, le parece bien?
-Eh, quiere hablar con nosotros.
-Pues entonces, ¡vámonos!
-¿Cuándo?
-Lo antes posible. Ahora mismo.
-¿Qué?
-Sí, ya. Cuanto antes aclaremos todo esto, mejor que mejor.
No dice nada, sino que se abalanza sobre mí. ···

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